martes, 17 de mayo de 2011

El genocidio armenio de 1915-1923 V

Negación del genodicio:
La negación de un genocidio le deja espacio a los extremistas para cometer otro de nuevo. Una y otra vez, los líderes mundiales han dicho 'Nunca más' a estos horribles crímenes, y todavía desde 1923, han habido sobre 20 casos de genocidio o presunto genocidio. El propio Hitler creía, en reflexión del genocidio armenio, que los nazis serían capaces de salir de rositas del genocidio, y algunos historiadores creen que el se 'inspiró' en las acciones de los turcos otomanos en la Primera Guerra Mundial, ya que fue citado varias veces diciendo: "¿Quién, después de todo, habla hoy sobre la aniquilación de los armenios?"


Armenios
1,500,000 DEAD
Judíos
6,000,000 DEAD
Cambodia
2,000,000 DEAD
Bosnia
200,000 DEAD
Ruanda
800,000 DEAD
Darfur
400,000 DEAD
... y contando.

martes, 10 de mayo de 2011

El genocidio armenio de 1915-1923 IV

Refugiados, inmigración y reconocimiento:
Muchos huyeron de los horrores del genocidio, y tantos otros perecieron a manos de las fuerzas otomanas. Ahora, unos
1,500,000 armenios viven en América y 3,000,000 en Rusia. Unos estimados 18,000 también viven en el Reino Unido. En todo el mundo, 21 países y 42 estados de los EEUU han reconocido ahora el genocidio armenio, incluyendo California, Francia y Alemania. Reino Unido, sin embargo, todavía tiene que reconocer formalmente las muertes de 1 millón y medio de armenios durante e inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial. Esto es debido a que tienen miedo de ofender a Turquía, y arruinar sus relaciones comerciales. Esta cobardía y el anteponer el dinero a la vida humana es despreciable. Si un ministro negara el asesinato de 6 millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, probablemente se le pediría que renunciase; sim embargo muchos viven en la ignorancia, o simplemente niegan este genocidio olvidado. Y eso es lo que ellos hacen. En muchos estados, negar el holocausto y el genocidio armenio ambos merecen detención y condena, con una sentencia mínima obligatoria de 3 meses en Alemania o 6 en Rumanía. Reino Unido les falla el derecho a los armenios que murieron en el genocidio o sobrevivieron; o son descendientes de aquellos que fueron procesados en el genocidio armenio de 1915-1923, y a la humanidad en su conjunto al ignorar esta matanza masiva por los intereses de preservar una raza ‘aria’ y destruir otra ‘inferior’.

martes, 26 de abril de 2011

El genocidio armenio de 1915-1923 III

Artículo 301 y el asesinato de Hrant Dink:
El artículo 301 del Código Penal Turco es una controvertida ley que permite al gobierno sentenciar a cualquiera que ‘ofenda a Turquía’ o a su gobierno hasta 3 años en la cárcel, con una sentencia mínima obligatoria de 6 meses. Esto incluye mantener tu convicción sobre el genocidio armenio.
En 2007, Hrant Dink, poco después de haber sido sentenciado a 6 meses en la cárcel por ‘ofender a Turquía’ bajo el artículo 301, y 2 meses después del estreno de Screamers, un documental sobre la campaña de la banda System of a Down para ganar reconocimiento del genocidio, en el cual él fue entrevistado, fue asesinado brutalmente con 3 disparos a quemarropa en la cabeza por Ogün Samast, un nacionalista turco de 17 años. Recomiendo ver el documental Screamers, tanto como hacer una investigación propia sobre el asunto.

Hrant Dink: 15 de septiembre, 1954 - 17 de enero, 2009

martes, 12 de abril de 2011

El genocidio armenio de 1915-1923 II

La negación de Turquía y la propaganda:
Inmediatamente después del genocidio, Turquía admitió las masacres, y estableció cortes para someter a juicio a muchos de esos responsables por perseguir una guerra que no era ‘Millet’ (el término ‘Millet’ en el contexto de la historia otomana significa un pueblo religiosamente definido) y efectivamente matanza ilegal, sin embargo, las sentencias no fueron oficialmente llevadas a cabo al escapar esos sentenciados a Alemania, quien se negó a liberarlos a Turquía. Ellos fueron más tarde asesinados por estudiantes armenios, cuya defensa en el tribunal fue que estaban llevando a cabo ejecuciones. Ellos fueron puestos en libertad. Después de esto, Turquía cambió radicalmente su postura sobre el genocidio, y empezó a negar que éste nunca ocurriera, a pesar de la infalible prueba, y comenzó a usar propaganda para fomentar el odio hacia todo aquel que se opusiera a la negación, y hacia los armenios en general.

martes, 5 de abril de 2011

El genocidio armenio de 1915-1923 I


Historia:
En Armenia y Turquía (ambos entonces el Imperio otomano), entre 1995 y 1923, por orden del gobierno, entre 1,000,000 y 1,500,000 de armenios y más de 300,000 griegos asirios fueron asesinados por las fuerzas turcas y kurdas, en el primer holocausto del siglo XX. Todas las propiedades fueron tomadas de los no-musulmanes que vivían dentro del imperio. Los intelectuales fueron los primeros elegidos como blanco, siendo arrestados y posteriormente ejecutados en masa. Despues, el pueblo ordinario fue forzado a dejar sus casas y obligado a andar cientos de millas por terrenos desérticos y montañosos, sin comida ni agua, matando a cientos de miles. Mataron al resto en las indiscriminadas masacres que tuvieron lugar dentro de este período, y se sabe de 25 de los principales campos de exterminación, donde miles murieron. Los testigos demandan haber visto matanzas en masa, incluyendo el gaseamiento de dos escuelas de niños armenios, y la quema de hasta 5,000 armenios, o de hecho pueblos enteros.

martes, 15 de marzo de 2011

El aullido de las sombras

Era un pueblo bastante alejado, muy alejado. Estaba ubicado al linde de un bosque, un gran y ya no tan hermoso bosque. Este bosque era temido, pues desde hacía algunos años se habian venido escuchando sonidos extraños, muy, muy extraños. La gente estaba deacuerdo en que estos sonidos no eran de este mundo, decian que podrian ser fantasmas, brujas, duendes, hasta llegaron a hablar de seres de otros planetas. Los habitantes no se atrevían a hablar mucho del tema por temor a que los fantasmas o brujas, o lo que fuera, los estuvieran escuchando sin darse cuenta. La gente estaba empezando a irse de aquel pueblo, por miedo y por la imposibilidad de dormir, pues lo gritos, risas, alaridos, en fin, todos los sonidos que provenian del bosque se escuchaban toda la noche, ademas los niños se mantenian muertos del miedo, lloraban toda la noche.

La gente del pueblo estaba enojadisima y cada ves estaban mas enfurecidos con el alcalde, pues nunca hacía nada; el tambien estaba muerto de miedo, asi que a los propios pueblerinos les tocó tomar rienedas en el asunto, despues de años de molestias paranormales.

Los pueblerinos hicieron una especie de reunión y de esta salieron siete hombres valientes para entrar de una ves por todas en el bosque y averiguar que era lo que los habia estado atormentando todo ese tiempo, y tal vez, exterminarlo.

Al dia siguiente los siete valientes entraron en el bosque dispuestos a acabar con lo que sea que fuera lo que los estaba molestando, y, llenos de miedo.

Estuvieron casi todo el dia en el bosque sin nada diferente que arboles y hierba, hasta antes del anochecer, cuando al final de la cola, el mas joven, pegó un grito desesperado. Sus amigos le preguntaron que habia pasado y el dijo que habia visto algo blanco, resplandeciente, mejor dicho un tipico fantasma de "manta" hacer zig zag entre los arboles y desaparecer en la nada. Todos los otros se quedaron paralizados, se habian encontrado con algo que no sabian manejar, ademas de noche. No pasó mucho tiempo para que el fantasma volviera a aparecer y esta vez todos lo habian visto; quedaron paralizados, no podian moverse, ante ellos habia algo que jamas habian visto, una figura humana, reslandeciente, su cara estaba deformada y al verlo de cerca se dieron cuenta de que no era nada parecido a la descripción de su amigo, pero no se iban a quedarselo viendo detenidamente, asi que salieron corriendo. Uno se habia golpeado contra el tronco de un arbol y se había caido, pero no podian perder tiempo, lo dejaron ahi.
Siguieron corriendo por un buen tiempo hasta que llegaron a un claro, era un claro extraño, había una especie de laguna, estaba iluminado por el palido azul de la luna y ademas de ello, habian tres tumbas, blancas y silenciosas. Los exploradores se quedaron quietos ante esto, no querian avanzar y tampoco lo hicieron cuando el mismo fantasma que habian visto hacía un rato apareció detras de ellos. se dirigía hacia ellos, pero los hombres no se movian, estaban presas del pánico. Cada vez estaba mas cerca, mas y mas, pero cuando al fin llegó hacia ellos, siguió derecho. Los hombres se quedarón mirando. De cada tumba salió un fantasma. Un niño y una mujer, que abrazaron al fantasma ausente, y al hacerlo desaparecieron, con un aullido agudo.

martes, 8 de marzo de 2011

Historia de miedo II: La del once jota II

A lo largo de algunos días, Lilibeth se fue acostumbrando a manejar todos los electrodomésticos heredados, tal como si hubieran sido suyos desde siempre. El que más le atraía era el televisor de color, claro. Apenas regresaba al apartamento -después de su jornada de trabajo y estudio- lo encendía y miraba programas nocturnos. Habitualmente, se quedaba dormida sin ver los finales. Era entonces el molesto zumbido de las horas sin transmisión el que hacía las veces de despertador a destiempo.  En más de una ocasión, Lili se despertaba antes del amanecer a causa del "schschsch" que emitía el televisor, encendido inútilmente.
Una de esas veces -cerca de la madrugada de un sábado como otros- la jovencita tanteó el cubrecama, medio dormida, tratando de ubicar la cajita del mando a distancia que le permitía apagar la televisión sin tener que levantarse.
Al no encontrarlo, se despabiló a medias. La luz platinosa que proyectaba el aparato más su chirriante sonido terminaron por despertarla totalmente. Entonces la vio y un estremecimiento le recorrió el cuerpo: la imagen del rostro de la abuela le sonreía -sin sus dientes- desde la pantalla. Aparecía y desaparecía en una series de flashes que se apagaron -de pronto- tal como el televisor, sin que Lilibeth hubiera -si quiera- rozado el control remoto. A partir de aquel sábado, el espanto se instaló en el once jota como un huésped favorito.

La pobre chica no se animaba a contarle a nadie lo que le estaba ocurriendo.
-¿Me estaré volviendo loca? -se preguntaba, aterrorizada. Le costaba convencerse de que todos y cada uno de los sucesos que le tocaba padecer estaba formando parte de su realidad cotidiana.
Para aliviar un poquito su callado pánico, Lilibeth decidió anotar en un cuaderno esos hechos que solamente ella conocía, tal como se habían desarrollado desde un principio.
Y anotó, entonces, entre muchas otras cosas que...
"La aspiradora no obedece; es inútil que intente guiarla sobre los pisos en la dirección que deseo... (...) El aparato pone en acción "sus propios planes", moviéndose hacia donde se le antoja... (...) Antes de ayer, la licuadora se puso en marcha "por su cuenta", mientras que yo colocaba en el vaso unos trozos de zanahoria. Resultado: dos dedos heridos. (...) La nevera me depara horrendas sorpresas. (...) Encuentro largos pelos canosos enrrollados en los alimentos, aunque lo peor fue abrir la congeladora y hallar una dentadura postiza. La arrojé a la basura... (...) La desdentadaimagen de la abuela continua apareciendo y desapareciendo -de pronto- en la pantalla del televisor durante los programas nocturnos... (...) Mi gato Zambri parece percibir todo (...) se desplaza por el apartamento casi siempre erizado (...). Fija su mirada redondita aquí y allá, como si lograra ver algo que yo no. (...) El único artefacto que funciona normalmente es la lavadora... (...) Voy a deshacerme de todos los demás malditos aparatos, venderlos, a regalarlos mañana mismo... (...) Durante esta siesta dominguera, mientras me dispongo a lavar una montaña de ropa..."
(AQUÍ CONCLUYEN LAS ANOTACIONES DE LILIBETH. ABRUPTAMENTE, Y UN TRAZO DE BOLÍGRAFO AZUL SALE COMO UNA SERPENTINA DESDE EL FINAL DE ESA "A" HASTA LLEGAR AL EXTREMO INFERIOR DE LA HOJA.)

Tras un día y medio sin noticias de Lili, los hermanos se preocuparon mucho y se dirigieron a su apartamento.
Era el mediodía del martes siguiente a esa "siesta dominguera".
Apenas arribados, Luis y Leandro se sobresaltaron: algunas vecinas cuchicheaban en el descansillo de la escalera, otra golpeaba a la puerta del once "J", mientras que el portero pasaba la mopa una y otra vez.
-No sabemos qué está pasando adentro. La señorita no atiende al teléfono, no responde al timbre ni a los gritos de llamada... Desde ayer que...
Agua jabonosa seguía fluyendo por debajo de la puerta hacia el corredor general, como un río casero.
Dieron parte a la policía. Forzaron la puerta, que estaba bien cerrada desde adentro. Luis y Leandro llamaron a Lili con desesperación. La buscaron con desesperación. Y -con desesperación- comprobaron que la muchacha no estaba allí.
El televisor en funcionamiento -pero extrañamente sin transmisión a pesar de la hora- enervaba con su zumbido.
En la cocina "la montaña" de ropa sucia junto a la lavadora en marcha y con la tapa levantada.
Medio enroscado a la paleta del tambor giratorio y medio colgando hacia fuera, un camisón de Lilibeth; única prenda que encontraron allí, además de una pantufla casi deshecha en el fondo del tambor.
El agua jabonosa seguía derramándose y empapando los pisos.

Más tarde, Luis ubicó a Zambri detrás de un cajón de soda y semi-oculto por una pila de diarios viejos. El animal estaba como petrificado y con la mirada fija en un invisible punto de horror del que nadie logró despegarlo todavía. (Se lo llevó Leandro.)
El gato, único testigo.
Pero los gatos no hablan. Y a la policía las anotaciones del cuaderno de Lilibeth le parecieron las memorias de una loca que "vaya a saberse cómo se las ingenió para desaparecer sin dejar rastro"... "Una loca suelta más"... "La loca del once J"... Como la apodaron sus vecinos, cuando la revista para la que yo trabajo me envió a hacer esta nota.